CUANDO ME LO CONTARON...

AMARGA DECEPCIÓN

El vuelo de Air Europa que llegaba de Buenos Aires con destino Madrid estaba aterrizando sobre las seis de la mañana. Entre los pasajeros se encontraban Merlín y Sofía que habían dejado en su país una mala vida y que ponían todas sus esperanzas para poder vivir dignamente en España.
Después de alojarse en casa de unos primos buscaron trabajo para los dos. Trabajaron ayudando a enfermos en el hospital y limpiando viviendas.
Al año conocieron a Pedro, un anciano de 82 años que necesitaba una persona para que lo atendiera en su casa y estuviera con él las 24 horas del día.


Sofía decidió que esta era una buena oportunidad para tener un trabajo fijo y tener un sueldo fijo para salir adelante.
Pedro era una buena persona que acogió muy bien a Sofía, la cual a su vez, trataba extraordinariamente a Pedro, se ocupaba de su casa, le hacia la comida y siempre estaba acompañándolo.
Todos los jueves se reunían en casa de Pedro sus pocos amigos de la infancia que le quedaban y recordaban todos esos años vividos mientras se tomaban un chocolate que les hacia Sofía. Jesús era el mejor amigo de Pedro y siempre le recordaba lo agradecido que tenía que estar con Sofía. Él vivía con un nieto que según él ni estudiaba ni trabajaba.
Al cabo de dos años la relación entre los dos era muy buena y Merlín frecuentaba la casa bastante a menudo, entonces fue cuando Pedro decidió que también Merlín podría vivir en la casa y así ahorrarse el alquiler del piso donde vivían.
Así fue como comenzó una situación de convivencia entre los tres. Viendo lo que estaba ocurriendo, Merlín empezó a faltar al trabajo y a salir a la calle juntándose con personas que le estaban llevando por la mala vida.
Merlín comenzó a jugar y pronto comenzó a deber importantes cantidades de dinero que, a escondidas de Sofía, pedía a Pedro. Pedro recordando las palabras de Jesús le fue dando cada vez más dinero.
De repente, Merlín dejo de pedirle dinero a Pedro y la normalidad parecía que había llegado de nuevo a la casa, pero se equivocaba porque Sofía y Merlín tenían un plan.
Pedro veía a Sofía mucho más intranquila y Merlín siempre parecía que estuviese buscando algo. Poco a poco todo lo que Pedro había guardado durante su vida iba desapareciendo sin que él se diera cuenta.
Un martes Jesús llamo a la puerta y le dijo Sofía que quería ver a Pedro.
Jesús: Mi nieto se ha enterado en los billares de una noticia muy importante que tiene que contarte.
Pedro: dime qué es eso tan importante que tienes que decirme.
Nieto: estaban comentando en los billares que un hombre estaba robando todas las joyas a un viejo y estaba pagando sus deudas de juego. Pregunte que quien era y me dijeron que se trataba de Merlín.
Jesús: Cuando  me lo conto mi nieto le dije que nos veníamos corriendo para avisarte.
Pedro: Pero eso es imposible, además ahora se habían acabado los problemas que tenia Merlín con el juego.
Jesús: Eso es lo que te han hecho creer, pero la verdad es que se están llevando todo lo de valor de la casa.
Pedro se acerco a la cómoda donde tenía las joyas de oro de su difunta mujer y comprobó que la caja estaba vacía. Cogió el teléfono y dijo:
Pedro: Policía por favor, llamo para denunciar un robo en mi casa, las personas que me cuidan me están robando todo lo que tengo.
Policía: Indíqueme la dirección y en unos momentos estamos ahí.
Pedro: Calle independencia numero 5, tercero derecha.
Pedro conto a la policía todo lo ocurrido y estos se pusieron a investigar.


Sofía, al verse descubierta se metió en su cuarto y se tomo un montón de pastillas.
La policía al descubrirla llamo a una ambulancia y la llevaron al hospital para hacerle un lavado de estomago.
Mientras tanto la policía detuvo a Merlín y se lo llevo detenido.
Los dos acabaron en la cárcel.



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